Los niños duermen. Ella lee un libro de poemas. Lo subraya. El grafito mancha el papel susurrando un sentido que ha de ser importante, una sílaba uniforme que astilla el silencio con el cuidado de un beso furtivo. Se levanta y se acerca. Repite lo que acaba de leer declamando con exageración. Un verso conocido por ambos, que huele a talco. Y la recuerdo a los pies de aquella cama de hierro, mirándome con la cabeza apoyada en las manos, los codos en las rodillas, las piernas cruzadas. Entonces era yo el que leía ese mismo verso que habla de lo duro que es no dejarse querer. Y la recuerdo poniéndose en píe, haciéndome jurar que nunca me negaría a recibir lo que me ofreciese. “Pase lo que pase deja que te quiera”. Me besa en la mejilla. “Gracias” me dice mientras desordena mis papeles. Finjo gruñir con ira. Sabe que no puedo seguir con el desorden delante. La novela por concluir puede esperar. Un verso viejo con olor a talco no.
JAVIER BRUNA Y UN PIANO
Hace 3 días
10 comentarios:
Hola G.
Creo que desordenar algo de alguien, desordenarlo a él mismo es el gesto más tierno, más íntimo que se puede ofrecer.
A mí el olor a talco me recuerda a limpio.
Un beso
A limpio y a bebé.
Que se me había olvidado.
Otro beso.
Si has de recordar un momento feliz que goce, en el ajetreo de la vida uno olvida que han habido momentos como esos que han llenado nuestra vida. La memoria se usa para tantas cosas, pero para sentirnos contentos me parece que debería ser a menudo. saludos.
Mario.
que el talco se esparza por los aires y contagie.
Gabriel ves como es verdad lo que digo???
De no dejar tu huella para seguirte el rastro, no me entero que tu maravilloso blog existe.
Te sigo leyendo.
Besos borrascosos
Popy: :)
Mario: Es lo que trato de hacer cuando puedo. Tienes toda la razón.
Svor: Aquí en casa nos sobra. Ven a tomar café y saldrás blanquita de cabeza a pies.
Borrasca: Bienvenida, querida. Nos leemos, nos leemos.
La cosa más insignificante deja un recuerdo memorable. Ambos viajan juntos en el tiempo, inseparables. llegan, nos zarandean y desordenan, pero siempre merece la pena.
Como dice la canción:
Es todo tan fácil
sólo tienes que intentar
un poco de ternura...
Me ha gustado mucho, me recuerda el dicho "quiéreme cuando menos lo merezca, será cuando más lo necesite".
Cierto los recuerdos huelen.
Exquisito. Gracias.
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