“Creo que fueron exactamente ciento y pico”. Esto es lo que acabo de escuchar. La cosa va de muertes durante la guerra civil. Un sujeto afirma investigar sin descanso sobre lo que ocurrió. Investiga y descubre que ataron piedras y piezas de metal a las extremidades de los detenidos para, posteriormente, ser lanzados al mar desde un acantilado. Con exactitud científica ha calculado que fueron exactamente ciento y pico los que murieron en manos de los sanguinarios comunistas (imagino que estos eran más o menos muchos). Él se queda tan ancho, los que emiten el programita más anchos todavía y los espectadores escuchan lo que esperan. Todos felices. Claro que sí, hombre, claro que sí.
A mí me parece bien que se digan estas cosas. Yo, por ejemplo, tengo exactamente algunos euros en la cuenta bancaria que me convierten en pobre de solemnidad o en magnate del petróleo dependiendo de las circunstancias; exactamente grandes actitudes para hacer exactamente cosas que me habilitan para trabajar en lugares insospechados causando gran revuelo a mi alrededor; muchas ganas de hacer cosas (exactamente bastantes) y, atención porque esto es una primicia, una gran memoria fotográfica (en concreto me acuerdo a menudo). En fin, creo que son cosas que el resto de mundo debería valorar con exactitud para que cada uno piense lo que crea oportuno.
Me acerco poco al televisor y cada vez que lo hago me pongo enfermo. Despedida y cierre.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
1 comentario:
La tele tiene eso: o te succiona y te vuelves idiota, o te enferma y es mejor alejarse de ella.
Ya lo dijo Louise L. Hay: "hace tiempo que no veo los telediarios."
La canción de Gabinete Caligari sempre me gustó, con ese aire griego tan bonito.
Publicar un comentario