20/9/09

Teología por teléfono


- Buenas tardes, quisiera hablar con G. Soy un antiguo amigo.
- Espere un momento.
Me dice que no tiene amigos. Ni los tiene ahora, ni los tuvo antes. Lo siento.
- Bueno, pues dígale que no me conoce de nada, pero que necesito hablar con él. Es una cuestión de vida o muerte.
- Espere un momento.
Me dice que él no puede hacer nada.
- Sólo quiero hacerle una pregunta. Dígale que será poca cosa.
- Buenas tardes. Soy G.
- ¿Crees en Dios?
- Creo que existe con total seguridad. Lo que no sé es si existe o no. Pero, oiga, si la cosa es tan grave empiece por creer en usted. Lo otro puede esperar. Y deje de dar el coñazo a los mortales.
- Es que él no me contesta.
- Es que es muy suyo. Bueno, adiós. Tengo cosas que hacer.
- Estás endiosado G.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Dios" ....Solo decir que no es , si és, lo mismo que religión.
Poma

(pensar en domingo..no gracias)

Edda dijo...

La mejor respuesta, para mí, me la dio un sacerdote hace muchos años. Sin preguntar, debió verme la cara. Hablábamos de trámites burocráticos, en los que no creía. El creía en la buena voluntad de las personas. La situación y su respuesta hicieron que se tambaleasen muchos cimientos dentro de mí. Desde entonces cada cosa está en su sitio.

Pim Pam Pum dijo...

Gastamos una mala leche... A esto se le llama idolatría, jajajaja. Genial.

Carmen Neke dijo...

Me gusta eso de que dejen de dar el coñazo a los mortales. Que bastante miseria tenemos ya con ser mortal, para que encima nos vengan con teologías. Y por teléfono, invento sin duda del demonio.