- No vuelvo a beber una sola copa si quedo con una mujer. Pierdo el control.
- No será para tanto. ¿Qué te ha pasado esta vez?
- Cenamos, fuimos a bailar y cuando apoyó la cabeza en mi hombro le dije “te quiero”. Maldito alcohol.
- Pero eso está muy bien. ¿Qué te contestó?
- Que se sentía la mujer más afortunada de la tierra. Y lloraba al decirlo. Se separó un poco, me tomó de la mano y tiró de mí hasta nuestra mesa. Comenzó a contarme sus planes para el futuro.
- ¿Qué esperabas? Es tu esposa.
- Pues cualquier cosa menos eso.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
10 comentarios:
pues mira qué bien. Estar esposado en este caso es el mejor remedio contra la infidelidad.
Cuando se beben un par de copas, se dicen cosas que normalmente no se dirían en condiciones normales, pero también tiene un@ su puntillo con dos copitas, si no estás content@ con lo que tienes pues nada ajo y agua. Pakito Jones
Sospecho que ella llevaba encima aún más copas que él. Y también que ella no se arrepiente en absoluto.
El problema es que el alcohol no deja ver más allá de lo que dura su efecto. Yo en el lugar de ella me hubiera tomado también una copa. Seguro que en vez llorar, sonríe y no hace planes.
Pocas veces se recibe lo que se espera, aunque suelen esperar que tu esperes lo mismo.
Que lamentable sería si estuviéramos sobrios en todo momento.
Imagino que algo habría que dejar a nuestro autentico yo, ese con el que nos debemos tropezar alguna vez al otro lado del espejo mientras nos cepillamos los dientes y que de tanto disimular casi ni reconocemos. ¿No le parece?
"Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! Con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.
Charles Baudelaire
Que romantico, ese texto con esa musica de fondo
Tanto lo que se emborrachan como los niños se les escapan las verdades...aaahhh que peligroso!!!!
Habrá que dejar de beber...
Eso más que negación de la felicidad, parece negación de la realidad. Así que a emborrachárse si no queda otra salida!!!
Besosss
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