Sonia
1.
La mujer se detiene frente al cuadro. No sabe qué puede representar eso. Líneas de colores retorcidas sobre sí mismas. Al fondo, un pequeño y extraño animal pasta. El sol, roto en tres pedazos. Uno de ellos cayendo. No entiende aunque se descubre llorando. Sin saber, sin razón.
2.
Se acuesta. El cansancio es demoledor. El lado contrario de la cama vacío. Siempre lo está. Extiende el brazo para comprobar que es así, que no es un mal sueño eterno. Toca el hombro desnudo del hombre. Apenas se conocen. Duerme allí desde tres días atrás. Ese lado sigue vacío. Descuelga el auricular del teléfono para escuchar el sonido largo y agudo. Primero continuo. Luego hecho añicos.
3.
Sabe que es él. Le tiene delante. Demasiado tiempo esperando para descubrir que existía realmente. Él sonríe, le tiende la mano. No, dice con un gesto. Ya es demasiado tarde para comprender el mundo. Ahora es el tiempo de llorar ante lo que jamás se podrá comprender.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
2 comentarios:
Jijijji, a ver quién es el atrevido que dice algo...
Acaso tuvo un mal sueño!!!
:))
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