- Ya sabes que, si quieres, puedes solucionarlo. Será un rato. Y, además, disfrutando, mujer.
- Me das asco. Lo pienso y me dan ganas de vomitar. Eres un cerdo.
- Pues eso o tendré que hablar con tu padre. No creo que le haga mucha gracia saber lo que te metes a diario ni la cantidad de pasta que me debes. Venga, arrodíllate. No tenemos todo el día.
- Así, buena chica.
- ¿Te importa que suba el volumen de la música? ¿No? Gracias, me ayuda a concentrarme. Y ahora ¿qué, eh, qué? Sí, agárrate hijo de puta, no te va a quedar una gota de sangre en media hora. No grites, estamos de fiesta, ¿acaso no escuchas la música? Oye, voy a tirar esto a la puta basura. Ya no te sirve de nada. No, mejor te lo voy a meter en la boca para que no hables con mi padre. ¿Qué, disfrutando?
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
Lee Morgan -
8 comentarios:
Hala, aquí ni trato ni nada. Directamente al tajo (nunca mejor dicho). A mí no, pero a alguno le va a doler, eh.
No sé quién es más sanguinario, si el sicópata del tratos(1) o la protagonista del Tratos(2), pero en ambos textos logras el objetivo: Ambos duelen.
Joder, no lo quiero ni pensar.
Menuda ... "Mordida" Auuu ¡¡¡
Pues a mí este me duele menos, no sé por qué.
Muy acertada la elección de la foto, señor arcangel.
Manuel M.
AaaaaaaaaaaaHHHH solo de imaginarmel o me ha dolido hasta mí... CARAMBA...
Ummmm! quizás la próxima cita sea más apasionante. Gracias Ramírez
Vaya, hay personas (mujeres en este caso) que no necesitan visitar al dentista... mejor a un buen psiquiatra. Duro, pero genial.
El tema musical,("simpático" y desenfadado a la vez que de calidad y acertado), parece ajeno a lo que encima de él se describe.
Un alivio. Una cosa contrasta con la dureza de la otra. Buen 'duet'.
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