24/4/10

Cosas viejas


Escribir es, al fin y al cabo, aprender a bailar con una consciencia torpona con las cosas de cada día. Y escribir es, con seguridad, una forma como otra cualquiera de bailar sonriendo. Tarde de sábado. Un buen momento para recordar cosas escritas no recuerdo cuándo ni porqué. El que quiera compartir puede hacerlo en estos enlaces.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano

La Mañana del Revés

1 comentario:

Isadora dijo...

Lo mejor de las cosas viejas de uno mismo y de poder volver atrás es que nos permite no reconocernos, y eso, cuanto menos, debe ser la redención. ¿No?