Ser un replicante es una bendición si los demás no lo saben (lo somos todos, pero casi nadie está enterado de ello porque no lo dicen en la televisión). Haces las cosas, te toman por loco y sigues tan feliz haciendo lo que te da la gana.
Una de las cosas que caracteriza la vida oculta de un Nexus 6 es su facilidad para descojonarse del mundo entero. Mientras los Nexus 6 ignorantes de su condición, es decir, casi todos, dedican buena parte del día a lamentarse por la vida que llevan, yo miro, por ejemplo, la fotografía del Papa mientras celebra la misa del gallo en navidad. ¿Alguien puede ver algo así sin sufrir un ataque de risa?
Seré sincero al reconocer que esta forma de ver las cosas con sonrisa incluida tiene más que ver con otra cosa (lo de las imágenes graciosas son anecdóticas incluso para un replicante que sabe que lo es). Es fácil poder sonreír a pesar de todo. El secreto es tatuarse, si es posible en los antebrazos, unas frases. Si esto es una mierda lo que venga será mucho peor; todo empeora si tienes cara de haba. Lo malo, si luces cara de pedo, se convierte en un asco. Mejor sonreír. Dado que las frases quedan algo largas, lo mejor es realizar el tatuaje comenzando en el codo y terminando en la muñeca. Las frases irán rodeando el brazo como si fueran las rayitas de un tornillo. Cualquier lector podría leer lo que dice dando vueltas a su alrededor por lo que se podría usted sentir muy idolatrado. Cabe la posibilidad de tatuarse la espalda y aprovechar los espacios libres con motivos diversos. Leer esa frase a diario (los tatuados en la espalda lo harán frente a un espejo y el cuello tirante), leer esa frase, decía, produce un efecto totalmente beneficioso en el individuo (replicante ignorante de serlo). Por ejemplo, está usted en la ruina más absoluta y vergonzante. Lee su tatuaje y piensa, joder, si podía estar vestido como el Papa en navidad y viéndome millones de personas con esas pintas. Y la cosa cambia. Siempre hay algo peor. Y un Nexus 6 lo sabe muy bien. Porque los replicantes saben (sabemos) que descubrir las cosas en su verdadera dimensión suele ser muy doloroso. Siendo persona te enseñan cosas como que el amor es maravilloso y limpio; que odiar es algo horrible, imperdonable; que la amistad es inquebrantable o que (sobre todo en occidente) todo lo que huele a pecado es un territorio prohibido, pase lo pase. Pero se suceden los años, los cimientos que eran robustos dejan de poder con tanta carga, con tanto tiempo pasado. Y te conviertes en un bonito y maravilloso replicante Nexus 6. Los pilares no pueden cambiarse así como así. De persona a replicante el cambio es más sencillo. Ya saben lo del tatuaje y eso. Las personas manejan los conceptos, los manejan a su antojo, los modifican. Y el amor se convierte en una auténtica mierda, por ejemplo. Los replicantes se limitan a mirar, a rebajar hasta donde pueden los efectos de esa manipulación, sin creerse nada. Y luego miran fotos del Papa. No hacen de nada una tragedia que supere la que significa existir. La flexibilidad de un replicante es grande. Lo que se viene conociendo como “tener manga ancha”. Por eso, el sentido del humor es fundamental. Y es lo que falta en el mundo. Es así de sencillo. Nos tomamos demasiado en serio la vida.
Todo esto lleva a que te tomen por loco o tarado o raro. Pero lo bien que me lo paso desde que soy un Nexus 6 no tiene precio.
Les mantendré informados sobre lo que suceda. Sigan atentos.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
6 comentarios:
Me alegra profundamente haber encontrado un Nexus 6. Antaño fui diseñada como Blade Runner, ya sabes, pa pelarse a los Nexus 6, pero tras una visita al mecánico,que me tuneó el chasis con unas cuantas frases muy imaginarias tipo "en efeto, la coiuntura internacional sestá poniendo malamente", algún fusible se me fue al garete y por arte de birli-birloque, travestí Bladnex 3,5. Ahora ya sólo me descojono.
Ah, no, eso sí que no. Desde ahora mismo dejo de ser una replicante (parezco más una replicona) y vuelvo a ser persona humana. Tengo aversión a las agujas.
Alguien dijo que "la vida es demasiado breve para tomarla en serio y demasiado injusta para tomarla a broma" pero no sé de quién es la cita.
Ahora que lo pienso...
Soy un Nexus 6, soy un Nexus 6... Corro a tatuarme esas frases.
Oh, Lost to the River, siempre quise conocer a un replicante travestido. Qué suerte tengo.
Sospecho... que quizás se algo no revelado aún en público. Un Nexus 7 (mayor capacidad de empatía y sin el engorro de la limitación temporal, o eso me han dicho en el último chequeo).
Hola Gabriel Ramírez, tengo un problema creo que me estoy enganchando a la replicancia, a mi me gusta ir a mi bola y tomarlo todo a broma y ahora descubro que esto es lo propio de los replicantes, pues que vivan los replicantes. Un abrazo
Primitivo
Publicar un comentario