22/1/09

El final inédito de In Nomine Filii


Nota encontrada junto a la silla de trabajo del autor.
Firmada por Germán. Destinataria: Claudia.
“Ahora que ya no eres tú, vives en mi recuerdo acomodada en el lugar que nunca debiste dejar. Llegaste para quedarte por siempre jamás aunque mucho antes de tiempo te encuentras lejos, un punto insignificante en el universo que no puedo controlar. Te gustaron los versos de Brecht, no los recuerdas con exactitud, pero sigues sintiendo que quizás los escribió para que te los mostrase como resumen de lo que debería haber sido. De lo que soy aunque no puedas verlo.
Lo imposible convertido en lastre que acarrean pies y manos agrietados después de segar lo que falta. Ahora toca abonar la tierra que separa. Y sólo veremos yemas si buscamos con calma, apretando la roca hasta convertirla en espuma.
Ahora que ya no eres tú, el recuerdo se llena con cada minuto de lo que dejaste intacto. Allá donde estés te encontraré.
A ti, siempre a ti. Lo que diga será tuyo. Siempre lo fue porque lo dicho eres tú.
Ten paciencia y espera frente al meandro. Se endereza con el tiempo. Como todo. No lo olvides: carnal me gusta el alma / y con alma la carne”.
© Del texto: Gabriel Ramírez Lozano

10 comentarios:

Anónimo dijo...

La ultima frase no puede ser mejor.

Anónimo dijo...

...qué fuerte, porque la leí y este final tiene su gracia.
Explíqueme por qué se toma esa decisión, y qué fue antes.

Anónimo dijo...

... indefinida, como el futuro.

Gabriel Ramírez dijo...

SRAVI: Este es el final que merece esa novela. Germán y Claudia necesitaban un respiro, algo que les hiciese sentir que todo lo pasado tenía sentido. Y se lo negué. Lo hice pensando en la coherencia interna de la obra, de su estructura narrativa y, sobre todo, del tema que estaba ventilando. De todos modos, si Germán existe, si Claudia existe, seguro que encuentran el camino adecuado para que este final sea el definitivo aunque alargando una frase el texto: "Poco después nos encontramos en el mismo lugar en el que nos conocimos. Parecía que nada había cambiado.
Mina: El futuro está muy definido. Otra cosa es que intentamos hacer regates estúpidos que casi nunca nos salen bien y volvemos al banquillo abatidos primero por el error y contentos más tarde porque podemos descansar. Sé que su presente comienza a ser esperanzador. Y me atrevo a decirle que su futuro lo es más. Nunca se sabe, quizás se cumple algún deseo oculto.
Svor: Recuérdeme que le pase un ejemplar del libro de Brecht en el que aparece ese poema. Le encantará. Vaya sacando el café del microondas

Anónimo dijo...

Me quedo con la frase: Ahora que ya no eres tú, el recuerdo se llena con cada minuto de lo que dejaste intacto. Allá donde estés te encontraré.

La búsqueda nos hace más grandes aunque en ello, a veces, nos desmembremos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

parece que hoy todo son desengaños...bueno es la vida, "de lo que soy pero no puedes verlo" magistral sintentiza para mi la frustración de quien no consigue crear en el otro las percepciones que desea por si mismo y se apoya en unos versos ajenos para ello ...todos lo hacemos alguna vez, chapeau

Anónimo dijo...

No sé yo, eh, si esto de andar cambiando o matizando finales... como si fuera la vida misma.

Wara dijo...

Si algo quedó intacto entre estas dos personas, quizá tienen por donde volver a empezar o por donde continuar. Pero, ¿valdría la pena...?

Anónimo dijo...

Doy por casualidad con este final y maldita sea, la nota no hace nada en la silla de trabajo el autor. Así que haz un favor a esos dos, aunque esa tarde, y haz llegar la nota donde debe.

Núria A.

Anónimo dijo...

Aunque dormida, aún la nota espera. Lucha G.

Baltasar Gracián, un amigo.