19/10/09

Nada tan fácil ni tan barato


La imaginación es libre, rápida y peligrosa. Difícil de controlar, escurridiza, incansable, improbable cuando menos lo esperas.
Basta sentarse, escuchar buena música y dejar que todo lo arrastre el pensamiento. Nada es tan fácil, nada es tan barato.
Pero el regreso es otra cosa bien distinta. Quien se asoma más allá de lo conocido, de lo posible o de lo razonable, posiblemente se quede allí. Sin remedio. Ese amor soñado que podemos disfrutar al cerrar los ojos, la venganza hecha realidad rozando la perfección, nosotros mismos convertidos en seres maravillosos a los que no nos parecemos en absoluto. Un mundo ideal que no queremos ver como se desvanece, cueste lo que cueste. Y lo convertimos en una ilusión desesperante; en un motivo, más que suficiente, para seguir adelante cuando, en realidad, nos ancla a la zona más triste de todas. A nuestra soledad.
El que logra volver lo hace dolido para instalarse lo mejor que pueda, donde sea capaz de disfrazar esa sensación con un color agradable sobre el negro de la ausencia eterna.
Imaginar no transforma la realidad. Tan sólo la distorsiona. Y nos aleja de ella hacia una espera absurda. Muchas veces dolorosa. Se regrese o no.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano

6 comentarios:

Isadora dijo...

La imaginación es la aspirina del alma. Por si sola no cura nada, pero alivia por lo menos un rato.

Edda dijo...

Imaginar durante un rato viene muy bien. Después se ven las cosas de otra manera. La realidad no cambia, no, pero se hace más llevadera.

Manuel Rico dijo...

A veces, Gabriel, el regreso es una de las pulsiones más productivas de la literatura. No hay más que acordarse de Proust y de su obra más importante. Regresar puede ser sinónimo de crear. Entre otras cosas porque sólo es posible hacerlo a través de la imaginación. Y sólo es posible hacerlo realidd tangible mediante la escritura, El texto, por ejemplo, que evoca la infancia sobrevivirá a su autor. Él habrá regresado, su regreso podrán vivirlo miles de lectores, pero ni el tiempo ni la biología tendrán clemencia con él.

Un abrazo fuerte.

Gabriel Ramírez dijo...

Manuel, encantado de tenerte por aquí.
Tienes toda la razón del mundo. Fíjate si estamos de acuerdo que de eso que hablas habla mi texto. Exactamente de lo mismo. Aunque, después de leerte y sabiendo que no me ha leído cualquiera sino un hombre que sabe de esto, reconozco que no he sido capaz de transmitir la idea con claridad.
Un fuerte abrazo.

Araceli dijo...

Desde luego que imaginar no transforma la realidad, esta puede con todo, se impone cada día y sin remedio

Unknown dijo...

La imaginación es importante pues a través de ella viajamos y viajamos a donde queramos... Y el regreso puede ser o no doloroso.. lo bello es poder plasmarlo da igual como (escribiendo, pintando, cantando... etc,...)