En el autobús. Él muchacho de pie. Ella sentada al fondo. Se miran procurando que el otro no se dé cuenta.
Él la besa. Ella sonríe dejando que el muchacho haga planes, se abrazan, se huelen, se quieren, se imaginan sobre una cama, se necesitan. Pasan años sin cambiar nada.
Observa cómo se apea, le bautiza Guillermo, no sabe que ahora se llama Ana. Él hurta una última mirada al deseo aunque es capaz de recordar el olor. Suficiente.
Día siguiente. Mismo trayecto. No coinciden. Mira a la chica que acaba de subir, ella al moreno que escucha música ausente.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
Erroll Garner -
2 comentarios:
Cruces de caminos en la vida de cada uno. Y lo que les queda. Son jóvenes y cada día es un nuevo viaje. No es el momento de detenerse.
Que linda es la vida cuando se es joven, hasta un viaje en autobus.
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