Sueña que las entrañas están de más. Las quiere entregar aunque nadie mira. Principio de lo buscado desde niño. Final de conjunto vacío. Ahora el algebra sólo sirve para sumar. Si alguna vez traza un signo menos volverá a su alfa.
Ella se detiene. Son para ti, dice mientras le chorrea la sangre entre los dedos. Sí, esto. Si, aquello. Pero no un signo igual. Las mujeres somos más prácticas. Preferimos la teoría de conjuntos.
Pasean una vida. Una intersección. Enorme. Suerte.
© Del texto: Gabriel Ramírez Lozano
6 comentarios:
Algunas veces, esa intersección alcanza para descubrir que aun vale la pena. Es como la cuota de felicidad que se esconde también en ese entremedio de conexión.
Algunas mujeres son prácticas. Algunos hombres son prácticos.
Para dar con la solución correcta al problema, habrá que sumar elementos comunes nuevos a la intersección y restar los que ya no lo sean. Sólo así el conjunto no quedará vacío.
Ignoro si la geometría es matemática moderna, pero sea lo que sea, ¿qué más da? Total para ser, como casi siempre, líneas paralelas.
La intersección puede ser una forma de pasar toda una vida, aunque creo recordar que también existen los conjuntos complementarios. Pero me resulta tan lejano, que quizás este equivocada.
Porque 2 no es = a 1+1.
Los numeros no me cuadraron nunca.
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