
Estoy deseando que alguien que no sea Platón me explique qué es eso del amor. Es posible que dejara dicho todo lo que se podía sobre esto aunque no me termina de convencer.
Para los niños chicos el amor no existe. No manejan esos conceptos. Se arriman al que les da de comer. Nada más. Y hacen bien. Los adolescentes y los jóvenes piensan que sus amores son infinitos, eternos. Y hacen mal. Esta es una de las razones por las que les salen granitos y esas cosas. Los adultos cambian ese amor por el querer. Así los deslices se llevan mejor. Querer, afirmar que quieres, es una excusa que lo perdona casi todo. Estos no hacen ni bien, ni mal. Llegada una edad lo mejor es dejarse llevar y así lo hacen. Lo hacemos. Y los ancianos, tengo la sensación, descartan todo esto por inútil. Estos lo hacen todo bien. Y me temo que son los únicos que saben, por lo menos, lo que no es amor.
Nos pasamos la vida queriendo amar. Y que nos amen. Algunos llegan a amarse, como mucho, a sí mismos, otros llegan a amar lo material (se trata del mismo amor tal y como están las cosas), casi todos nos engañamos durante la vida entera diciéndonos “cómo quiero a fulano o a mengano”. Y encima nos lo creemos. El ser humano es así. Necesita vivir con la esperanza en una mano, con ilusiones en otra y el amor sobre la cabeza para no poder pensar. Pero es que nadie sabe lo que es el amor. Nos enseñan siendo niños que es necesario amar a otros, que el amor es una cosa muy grande, que debemos amar por encima de todo. Y no sabemos qué es eso.
Finalmente, se produce una paradoja. Por ejemplo, un marido sólo puede amar a su mujer y a sus hijos. De ahí no puede pasar sin que comience a ser sospechoso. ¿Qué sería de un pobre hombre que afirmase amar a su secretaría delante de su mujer? Para expresar ese amor (se puede amar sin enamoramientos) recurrimos a fórmulas extrañas. Por ejemplo, mi secretaria puede caerme muy bien, ser una chica estupenda y eficaz, salvadora de mi vida laboral quinientas veces, ser una ricura o algo parecido. Pero, seguramente, sería más exacto decir “amo a mi secretaria”. Aunque, claro, a ver quién es el atrevido. Esto me hace pensar que lo de amar lo hemos convertido en una cosa peligrosa. Nos enseñan que es bueno y resulta que no lo es. Claro, ¡como que no sabemos ni lo que es! Buena parte de culpa la ha tenido esa cultura cristiana que durante el medievo se ocupó de cortar por lo sano todo el amor que no tuviera un vínculo con lo sagrado. Eso y que, actualmente, amar y poder tocar al amado van unidos. Es decir, si afirmas que amas a alguien, el receptor traduce eso y lo convierte en “se acuesta con su secretaria”. Amar y tocar es lo mismo. Si amas y no puedes tocar eres un frustrado en potencia. Y seguimos sin saber qué es el amor. Somos capaces de enviar naves al espacio, comunicarnos a través de un cable o conocer datos insospechados de nuestro cuerpo. Pero el amor sigue siendo algo por definir que nos hace la vida imposible a buena parte de los seres humanos. Qué curioso.
Amar no es necesariamente estar enamorado, ni acostarse con la secretaria (que más quisieran algunos), ni ser infiel (algunos afirman que se es tan infiel en la cama como fantaseando con ello). Creo yo que amar es esa cosa que uno quiere que sea su vida, a la que da forma sin saber, sin poder intuir qué es lo que tiene entre manos. Y desde luego nada por lo que uno deba sentirse mal. Sin embargo, creemos amar y el mundo se convierte en un horror. Y nos terminamos sintiendo fatal.
Nos obligan a querer. Pero odiamos mucho más. Porque nunca aprendemos a sentarnos frente a otro sin esperar ver un reflejo de nosotros mismos. Queremos convertir la vida en Yo y terminamos odiando lo que no lo es. Igual es eso. Quizás amar es no querer que todo sea uno mismo. Quizás amar sea aprenderse el nombre del otro y repetirlo. Quizás es que Yo seas Tú. Yo he decidido que voy a ser ella. Porque la amo. Y sigo sin saber qué es exactamente eso. Sin embargo, me parece la única solución. Antes que odiar prefiero ser otro.
¿Qué tendrá el amor que no hay forma de entenderlo? Ni de definirlo, claro.
Releeré a Platón. O preguntaré a un viejito. No tengo otra opción.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
9 comentarios:
"Quizás es que Yo seas Tú", sigue por ahí que creo que vas bien.
O ni releeas ni preguntes, simplemente siente. El amor ni se aprende, ni se enseña, ni mucho menos se explica, porque algunos "amores" son realmente inexplicables, muchas veces porque vienen provocados por una atracción, que no tiene que ser física. A veces somos capaces de sentir simplemente con palabras. ¿Puedes explicar eso? Porque ahí nada tiene que ver que la secretaria esté buena, eh? ;-)
Qué manía de explicarlo todo. El amor, como tantas otras cosas en la vida, es una cuestión de fe y esperanza. Y ya puestos, hasta de caridad.
Llegó la contraria del pueblo y así como algún día los niños descubren que los reyes magos son los padres, hoy te toca a ti enterarte que los ancianos tampoco tienen idea de lo que es el AMOR.
Algunos simplemente se resignan a que ese sentimiento es prueba superada y se quedan solamente con el amor filial, otros lo descubren cuando ya el tiempo les ha pasado factura, sólo unos afortunados y muy pocos obviamente, llegan a conocerlo cuando la vida va cuesta abajo.
Coincido con Edda y Carmenneke el AMOR no necesita explicarse ni definirse, simplemente debe sentirse, que mas da si como en mi caso se tiene corazón de garaje de motel o es una persona al que sólo le viene bien amar como dices "Quizás es que Yo seas Tú. Yo he decidido que voy a ser ella. Porque la amo"
Gabriel con este post reafirmo lo que pienso de ti, (sin conocerte de nada claro) eres un escritor de pies a cabeza, tanto así que tu mente divaga por estos temas que al resto de los mortales no se nos ocurre pensar ni por equivocación.
Besos borrascosos
Debo estar cansada,pero se me antoja que para que quiero saber como definir el amor con lo hermoso que es sentirlo y que sea un misterio
"El amor" (me cuesta escribirlo sin sentirme ridícula... por desgaste de la palabra supongo y por desgaste propio, tengo la certeza) no domino la palabra y por eso me vence la pereza a la hora de explicarme pero siento que es lo único verdaderamente mio, puedo darlo o puedo ocultarlo, no me lo pueden imponer y tampoco me lo pueden quitar...no necesita ser correspondido, racionalizado o "usado".
Veo que, por lo general, el amor os pone. Sí, os pone que no veas.
Hola G.
Magnífico post, de verdad.
Y claro que pone este tema lo que no sé yo es si sabemos sobreponernos de él.
Sí, el amor es una clara cuenta pendiente que arrastramos desde que el mundo es mundo.
Para mí, lo mejor que hay aunque no lo entienda. Quizá entenderlo sería nuestra perdición.
¡All you need is love!
Besos
:)
Publicar un comentario