7/4/09

Seguridad


Nos sentimos seguros pensando que eso que nos conmociona nadie lo puede llegar a saber. Nadie que no seamos nosotros mismos. Amamos, odiamos, queremos venganza o sentimos predilección creyendo que eso queda oculto tras una sonrisa o el silencio.
Sin querer lo vamos haciendo público con la sonrisa o el silencio. Lo oculto es traicionero. Sólo funciona la mentira por mostrenca y sucia que sea. O la verdad por arrogante y cruel. Nunca ocultar, escamotear fichas del puzzle.
Nos sentimos seguros cuanto más ocultamos de lo que somos.
Sin querer nos rodeamos de nuestros restos que se amontonan chivatos.
Nos sentimos seguros sabiendo que todos somos iguales. Finalmente, lo somos.
© Del texto: Gabriel Ramírez Lozano

7 comentarios:

Carmen Neke dijo...

La mejor forma de ocultar un secreto es vocearlo a los cuatro vientos, no te van a escuchar y mucho menos van a creerse lo que dices. La discrección se ha convertido en uno de los pecados capitales de la vida moderna.

Svor dijo...

Pero la magia que creemos digna de la ficción únicamente, al compartir ese mundo secreto, si lo creemos oportuno, se hace realidad.
:)

araceli dijo...

No se si estoy muy de acuerdo con lo que dices de sentirnos seguros cuanto mas ocultamos lo que somos, creo que no, será fingida seguridad. Finalmente si, todos somos iguales.
Hay quien se encarga de hacerlo

Wara dijo...

Como no somos conscientes de cuánto dice de nuestra historia nuestro silencio es por lo que quizá nos creemos a salvo. Si supiéramos que habla tanto o más que nuestras palabras, todo sería distinto...

Mario Salazar dijo...

No somos iguales aunque nos parescamos, definitivamente asi lo creo o al menos me gustaria auscultar algunos corazones para creerlo. El silencio es magico, nos mantiene intactos.

Saludos.

Mario.

Señorita Puri dijo...

Así que cuando el ciego de mi barrio gritaba "dos iguales para hoy" era mentira... había más.
ummm astuto...

Gabriel Ramírez dijo...

Carmenneke: Pues ya sabe a gritar, querida.
Svor: :)
Araceli: Pues si conoces a ese encargado le dices que no me mire, por favor.
Wara: Los silencios (en literatura pasa siempre) dicen todo.
Mario: El silencio es traidor. Nos destroza.
Señorita Puri: Juassssss, el ciego era la ministra Aída disfrazada. Tú si que eres astuta. :)