8/4/09

Sin mitocondrias no somos nadie


Cada célula eucariota tiene alrededor de dos mil mitocondrias flotando en su citoplasma. Es decir, nuestro cuerpo, ese que tantos disgustos nos da por estar pocho, por ser más gordito de lo que quisiéramos o por aparentar lo que no creemos ser, ese cuerpo, decía, está hasta los topes de mitocondrias. Podríamos afirmar que somos una plaga mitocondrial sin precedentes.
Es horrible. Miro a mi compañero Pedro y sólo alcanzo a ver una gran mitocondria con bigote. Susana (otra compañera) se ha convertido en un pequeño amasijo de mitocondrias flotantes (es de poco comer). Luis pasa por delante de mí perdiendo unos quinientos millones de mitocondrias sin inmutarse (ha estornudado). Es una de las cosas más horrorosas que he padecido hasta hoy. Yo mismo tengo una cara de mitocondria espeluznante. Enfoco la vista porque no puedo creer lo que veo. Peor, mucho peor. Nos convertimos en células eucariotas. Cierro los ojos. Y dejo que la realidad se instale de nuevo donde toca. Ahora tienen el mismo aspecto de siempre. Hasta que me dé por pensar que, por ejemplo, todos los sistemas perfectamente organizados se componen de pequeñas cosas que hacen funcionar el conjunto.
Como todo el mundo sabe, las letras son las mitocondrias de una novela. Las células eucariotas son las palabras. Una frase podría asimilarse al tejido epitelial, por ejemplo. Y los personajes serían algo así como los órganos vitales. Los diálogos un sentido, la descripción el pelo, el flujo de conciencia pues, por ejemplo, un sentimiento. Algo así.
Qué cosas pienso. Oh, no, Dios Santo. Pedro y Luis se han convertido en “Guerra y paz” uno y en “La Biblia” el otro. Susana, de poco comer ella, en un libro de bolsillo.
Voy a descansar. Me siento raro.
© Del texto: Gabriel Ramírez Lozano

16 comentarios:

princesadehojalata dijo...

Por no hablar del aparato de golgi, que se encarga de las mudanzas intracelulares. Y suena tan bien.

Svor dijo...

jajaj que bueno!
Me está pegando esta movida. A ver si termino siendo tu discípula mitocondrial.

vera dijo...

Anda que comparar un ser vivo con una novela. Lo que hay que oir.

En cualquier caso, dudo que las mitocondrias sean las letras... Son la fábrica energética. Imprescindibles. Un espermatozoide está plagado de mitocondrias que le permiten moverse... Su cabeza, puro dna...

Eso es lo que te falta. El núcleo, amigo mío... el dna. Eso son las letras. O mejor dicho, algo mucho más complejo. Un código simple que no es nada sin todo lo que provoca.

Indescriptible.

Wara dijo...

¡Pero Gabriel, escapa! ¿Qué haces ahí? Jajaja, mira que si te mitocondrian ellos a ti... ¿En qué te convertirías?

Un abrazo.

Gabriel Ramírez dijo...

Princesadehojalata: Prometo dedicar unas líneas a esas mudanzas intracelulares.
Svor: ¿Discípula mitocondrial? Venga vale y yo el maestro unicelular.
Vera: Eres una cascarrabias. Lo que deberías hacer es escribir una tercera parte de tu entrada. La última es sensacional. Lean "Apuntes sobre arte II" en Aterrizaje forzoso. Merece la pena.
Wara: Tranquila, Wara. He logrado escapar. Por los pelos, pero ya estoy en casa. Pufff.

Edda dijo...

Ja, ja, voy a tener que tragarme las células eucariotas, porque esta vez me has hecho sonreir.

araceli dijo...

Me he quedado estupefacta, mira que tuve que estudiar las mitocondrias en profundidad , y no haberme dado cuenta que tienen que ver con las letras y las novelas, no digo ya ,haber visto una con bigote, no se como se me pudo pasar. De cualquier modo, creo que haces bien en estar ya en casa, las tuyas necesitan algo de reposo. De verdad, me has hecho reír.

Carmen Neke dijo...

Te sientes raro porque eres un libro raro, Gabriel. Yo diría que "62/Modelo para armar", por lo menos.

Gabriel Ramírez dijo...

Edda: Y lo que te queda, hermosa. :)
Araceli: Si es que no se puede pasar uno la carrera metido en la cafetería. Las mitocondrias estaban en otro sitio. :)
Neke: Buena elección. Aparte de raro es magnífico. :)

Don Peperomio dijo...

A mí las partes de la célula siempre me parecieron muy mágicas.
El aparato de Golgi, como dicen por ahí arriba, el retículo endoplasmático rugoso, las vacuolas. No sé. Suena a granja y a algo de otro mundo, a planeta de los simios.








Meditaré al respecto.

Ginebra dijo...

A ver... mmm... pues sí... un poco sí que tienes carilla de mitocondria.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Es 'adentrar' e ir trajinando acerca del lado 'oculto'; observar la vida propia de las letras, mías y de los otros; inventariar cuentas pendientes con los que marcharon (de cualquiera de las maneras); desempolvar cuentos olvidados; y ya lo que faltaba, resultar que puede que una sea sabe diós qué mitocondria literaria.
Después me preguntan si ando insomne.
Y sí, ando a placer.
Buen día.

Señorita Puri dijo...

no puedo estar más de acuerdo contigo... en alguno de los puntos que has tocado. alguno, sé cual exactamente.

Gabriel Ramírez dijo...

Puri: Pues nada, el día que quieras me explicas cuál es ese punto. :)

Unknown dijo...

Me parece intereante destacar que las mitocondrias son cuerpos extraños vestigios de otro tipo de celula que en los inicios de la vida en la tierra se unio misteriosamente a otro tipo de celula muy parecida a las actuales pero que no podia respirar oxigeno de echo el envejecimiento es una degradacion celular por envenenamiento por oxigeno ya que seguimos estando formados basicamente por este antiguo tipo de celula y son estos simbiontes las mitocondras las que nos procesan el oxigeno por lo que realmente estamos infectados a nivel celular por estoy extraños intrusos.