22/6/09

Primeros recuerdos


Guzmán y Gimena están jugando en la habitación. El niño tranquilo, sin hacer ruido, entretenido con un papel y sus pinturas. La niña llora, intenta ser el centro de atención, va y viene, si uno le hace caso prueba con el otro, con el de más allá. Me pregunto si esto que hacen ahora formará parte de su recuerdo, de esas primeras imágenes que nos llegan como fracciones de segundo y llenan una niñez entera. Nos vemos recogiendo un juguete en el parque para poder contarnos lo que fueron nuestros primeros cinco o seis años. Al menos eso creemos. Rellenamos un espacio inmenso tan rápido como nos vemos luciendo trenzas o en pantalones cortos. Un muelle que nos arrastra de un lado a otro de la realidad con violencia.
Al fin y al cabo nuestro pasado se reduce a eso, a un puñado de imágenes que nos contamos como buenamente podemos, a veces distorsionadas por voluntad propia, otras deformadas y convertidas en experiencia mentirosa que nos permite seguir adelante, algunas intensas y verdaderas y dolorosas porque ya no pueden ser más que recuerdos.
Retrocedo hasta donde puedo. Aunque lo más lejos que llego es mucho más acá de lo que quisiera. Seis años. Creo. El resto está eliminado o escondido en algún lugar que no alcanzo a descubrir. Quizás quise otra cosa y por eso lo he borrado, quizás no ocurrió nada digno de almacenar. No lo sé. Ni quiero esforzarme por encontrar algo que, seguramente, no me guste demasiado.
Espero que mis hijos no tengan que jugar al escondite con su pasado, que su primer recuerdo sea su propia experiencia y no el que inventamos los padres contando mil y una historias en las que ellos aparecen como protagonistas felices. 
Un llanto o un juego silencioso y tranquilo. Eso es igual. Pero nada que haga renunciar a un solo momento.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano

8 comentarios:

POPY dijo...

Hola G.
Pues yo recuerdo como mi madre me besaba los pies. A ella le parece mentira pues dice que era pequeña, pequeña...aún más que Gimena....Lo de depositar malos o buenos recuerdos...Sí, supongo que filtramos o anulamos lo que ya no queremos ver o hemos visto cientos de veces.

Un abrazo fuerte

rocio dijo...

ahora con tanto tiempo libre me estoy haciendo seguidora de tu blog

núria dijo...

Segun mi hermana mayor, mi primer recuerdo nunca existió.

Pero a mi me sigue angustiando...

Gabriel Ramírez dijo...

* Popy: Tú sigues siendo pequeña.
* Rocío: Me alegra saberlo, pero procura no gastar más tiempo de lo necesario en leer estas cosas.
* Núria: Cuente, por favor, cuente, no nos deje así.

Carmen Neke dijo...

Hoy tu post me ha llegado, Gabriel, le has puesto palabras a un sentimiento sin nombre que tengo desde que inauguré la maternidad hace ya más de diez años. Que sus recuerdos sean suyos, y que los recuerden con toda libertad. Que los recuerdos sean buenos o malos pero nunca angustiosos, nunca insoportables, paralizadores, inconfesables.

Y mira, hasta me has reconciliado con esta canción, que nunca ha sido de mis favoritas pero que le va muy bien al tema. Será que hoy estoy de buenas.

Svor dijo...

vaya, yo me considero una amnésica en estas cuestiones. lo curioso es discutir con mi hermana y ver que un mismo hecho tiene una forma u otra si sale de mi recuerdo o del suyo... nunca sabremos si estamos en lo cierto.

Gabriel Ramírez dijo...

Neke: Puesmira qué bien porque dar con lo justo para que te quedes satisfecha es muy difícil. :)
Svor: Le experiencia (real, distorsionada, inventada...) es lo que nos hace ser lo que somos. Siempre estamos en lo cierto.

Unknown dijo...

Los inicios de nuestra vida para mí quedan grabados en nuestra memoria, como almacenados en cajoncitos.. y son aquellos que fueron relevantes, los que florecen ya sean esos que nos hicieron pasar un mal momento o todo lo contrario....


Saluditos>!!!!