
Recuerdo unos versos de Bertolt Brecht que dicen “carnal me gusta el alma / y con alma la carne(*)”. Y los recuerdo mirando alrededor, intentando saber si otros piensan igual que el poeta o si, por el contrario, han elegido una opción y no la otra.
Si amo desde el primer momento es porque ella es amor y sexo, inteligencia e instinto animal, serenidad y locura en las cosas del querer, creencia y superstición, alma y carne, alma carnal y carne con alma. Por eso los ojalás ya no sirven después de una mirada. Están de más y comienzan a caer lentamente desapareciendo por innecesarios.
Un par de versos pueden encerrar lo que uno quiera. Una vida. La suma de dos. O se pueden quedar vacíos. Todo depende del que los lee, de si elige una opción u otra.O ninguna.
Brecht escribió estos. Y yo los lleno hoy así.
(*) Estos versos son parte del poema “Lección de amor” de Bertolt Brecht
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
12 comentarios:
Suscribo esos versos. Del todo.
Qué versos tan bonitos y qué lectura tan acertada. Y qué manía tienen algunas personas de querer separar lo inseparable.
Uno u otro...
El verso, el segundo, es la tentación disfrazada de optimismo. Caemos ante la carne se y esperamos a encontrar alma porque somos creyentes.
El verso, el primero, es el amor que buscamos para toda la vida.
Estos versos me pueden.
Desde tierras lejanas, le envía un saludo, una fiel seguidora.
Me quedan algunas Lecciones de amor por aprender. Quizás sólo unos años. Unos cientos de años. Pero lo que seguro me falta es conseguir que no duela.
Que no duela el alma si pienso en la suya, con o sin carne, ensalada, tomate, o arroz. Que no duela.
Alma, corazón y vida, algo con lo que todos soñamos. Alcanzable pero efímero. Bonitos versos.
¿Y el alma no es de alguna manera ese ojalá - no lamento sino pretensión de encontrar - que usted menciona? Si, por supuesto, la carne y el alma hecho hombre.
Ginebra: Y yo y yo.
Neke: Es que ya sabes... divide y vencerás.
Svor: Te debo un ejemplar. Qué alegría saber que en tierras lejanas te llegan noticias.
Anónimo: No se empeñe en aprender. Deje que las cosas sean. Quizás la cosa se reduzca a un rato.
Edda: ¿Qué tal al revés? Efímero, pero alcanzable.
Isadora: No, el alma está mucho más allá de pretensiones, lamentos o el mismo universo. Donde los ojalás se acaban.
Esos versos son redondos,creo que no podria ser de otra manera.Tambien los suscribo
Araceli, si fuera de otra manera... malo.
Qué texto tan bien armado y tan bonito.
Pues una preciosidad.
Núria A.
Dejemos de lado los ojalas.. sumandonos a la vida, siempre sumando...... porque carnal me gusta el alma y con mucha alma la carne...
Bello!!!
saluditos
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