
- Papá, mamá, este es Arturo, mi novio.
- Ay, que disgusto me das hija mía. Pero si es un vagabundo, está lleno de mierda y huele que apesta.
- A mí me gusta. Y eso es lo que importa.
- Espere, espere, Arturo, ahora podrá hablar si es que se lo permite la cogorza que lleva encima. Hija, ¿has pensado en que con este hombre no vas a tener un techo? ¿Y tu porvenir? ¿Querrás tener pequeños indigentes en vez de hijos? ¿Acaso quedan esquinas libres en las que poder pedir limosna? ¿Has pensado en todo eso?
- Pues no, la verdad es que no había caído. Espera Arturo, deja que me lo piense y luego dices lo que quieras.
- Es que quiero orinar, joder.
- Arturo, fuera de mi casa. Me tenías engañada del todo. Y lo de orinar lo dejas para la escalera.
- Pues vale. Adiós señores, un placer. Por cierto, ¿no tendrán unos eurillos? Por las molestias más que nada.
- Arturo. Fuera.
© Del Texto: Gabriel Ramírez Lozano
8 comentarios:
Dura tarea la de los padres, bajar a los hijas que estan en las nubes.
Que te crees tú que te vas a librar con tanta facilidad de los novios indeseables de tu hija.
Mucho me temo que al padre nunca le van a gustar los novios de su hija, aunque vista de punta en blanco. Las madres son otro cantar, aunque se equivocan igual.
También hay hijas indeseables que se tropiezan, pobres, con unos novios tan humanos...
¿Tres bonitas historias de amor? Pero, ¿es que ahora se llama así a los desencuentros de siempre?
Literariamente, perfecto para una ignorante manifiesta que no sabe el porqué se atreve a opinar. Pero, ¿ y vitalmente...? Resulta paradójico, irrisorio, ridículo, absurdo. Resulta todo eso seguramente, pero además es como la vida misma. ¿O no?
Me encantan tus dialogos. Estos últimos fantásticos. Enhorabuena.
jajajjaajja a saber el siguiente novio que les presenta.....no le veo futuro a esa joven...aunque nunca se sabe......
Un abrazo
Pobre Arturo. Aguantando marea y sin poder hacer un pis.
Publicar un comentario